Hay una técnica para dominar la mente que supera a todas las demás.
Se practica durante 21 días. Es una técnica que tiene más de cuatro mil años y se practica desde entonces en los Himalayas. Se llama el Corazón de la Rosa.
Lo único que se requiere para este ejercicio es una rosa fresca y un lugar silencioso. Los entornos naturales son lo mejor, pero una habitación tranquila también sirve.
Empieza mirando el centro de la rosa, a su corazón. El yogui Raman dice que una rosa es muy parecida a la vida: encontrarás espinas por el camino, pero si tienes fe y CREES en tus sueños acabarás cruzando las espinas para llegar al corazón de la flor. Sigue mirando la rosa. Fíjate en su color, textura y diseño. Saborea su fragancia y piensa únicamente en el objeto que tienes ante ti. Al principio notarás que otros pensamientos te distraen. Es el síntoma de una mente mal entrenada. Pero no te apures, porque la cosa mejorará enseguida. Vuelve tu atención a la flor que estás observando, tu mente no tardará en volverse fuerte y disciplinada.
En los primeros días te resultará difícil emplear siquiera 5 minutos en este ejercicio. La mayoría de nosotros vive a un ritmo tan frenético que la quietud y el silencio nos resultan extraños e incómodos. La mayoría de la gente diría que no tiene tiempo de sentarse a mirar una simple flor. Son las mismas personas que dicen no tener tiempo para disfrutar la risa de sus hijos o andar descalzos bajo la lluvia.
Persiste y emplea cada vez más tiempo en la contemplación del Corazón de la Rosa. Antes de dos semanas deberías ser capaz de practicar este ejercicio por lo menos durante 20 minutos sin que tu mente se distraiga en otras cosas. Este será el primer indicio de que estás recuperando el control de la fortaleza de tu mente.
Recuerda que o tu controlas a tu mente o ella te controla a ti.
